El colegio CEIP de Machado una vez más deja boquiabiertos, perplejos a los asistentes en la fiesta de Navidad.
No pensemos en grandes dispendios para los tiempos que corren sino como cual caldo Navideño se tratara, con ingredientes como un cuarto de cohesión, otro de imaginación, medio de integración y grandes dosis de valores, todos perfectos para garantizar un derroche de amor y de ilusión.
¿Qué se puede esperar de unos alumnos/as cuyo centro escolar
y sus maestras/os se transforman en un circo para recibirlos al inicio del
curso? La huella que deja en sus corazones tiene una fuerza inusitada que les
impulsa a revertir a su entorno todo lo que reciben, creando una estela de
acciones con sentido, con compromiso, con cómo quieren que sea el mundo que les
toca por vivir.
Fueron muchos los detalles que individualmente considerados
pudieran pasar inadvertidos pero en su conjunto es lo que los hace
diferentes.
Dejan atrás las obras impostadas donde las coreografías,
textos y escenificación llenan el
espacio, aquí los protagonistas indiscutibles son los alumnos/as. Para ello y
en lugar de concentrar todo en un salón de actos, se crean varios escenarios en
diversas zonas del centro, de modo que cada uno se adaptada a los alumnos
integrando diversas edades, niveles y realidades, en función de sus destrezas,
habilidades y gustos. Un gran prisma con muchas caras de color que dibuja un
arco iris rebosante de diversidad. Y cómo colofón para hacer efectiva la
conciliación de la vida escolar, familiar y laboral se celebra en la
tarde/noche.
Por un lado, contamos con una obra de teatro donde entran en
contacto personajes del futuro del 2090 con los del año del nacimiento de
Jesús, por otro, un mercadillo navideño
con productos reciclados y aportaciones de segunda vida de las familias, en
otro se escenifica un pequeño acto, se canta y se elabora un taller de
manualidades donde los alumnos/as guían a los padres en la ejecución de adornos
navideños. En el patio exterior, un circo de valores con malabaristas de
la vida, pintores de sueños, magos de ilusiones y payasos de amor.
Los padres asistimos de forma itinerante por cada uno de los
escenarios, primero atónitos ante lo inesperado y después integrados plenamente
como protagonistas y no como meros espectadores.
Elaboradas nuestras manualidades y asistidos a todos los
escenarios, decoramos juntos el gran árbol de Navidad, al pie del gran Belén
construido con materiales reciclados en las semanas previas por los alumnos/as
y familias, dispuesto en la zona exterior del centro para deleite de todos los
vecinos y curiosos que lo quieran visitar.
Cerramos todos juntos con una canción navideña a la luz de
las estrellas y las velas creadas para la ocasión, cántico que repetiremos al
día siguiente con los mayores de la zona de El Rosario a los cuales los
alumnos/as visitan regularmente como parte de nuestro compromiso social.
Y al final, un fraternal aperitivo de toda la comunidad maestras/os,
padres/madres, alumnos/as, representantes de la comunidad en una noche
MARAVILLOSA repartiendo abrazos y compartiendo en definitiva una noche mágica y
de auténtica celebración !!.
Desde el profundo convencimiento de que es ésta es la
propuesta educativa y en comunidad que queremos para nuestros hijos/as. Creamos
una propuesta de vida para los que mañana serán dirigentes del mundo.
Gracias a nuestras maestras por hacerlo posible!!